Noche de Luna Llena

Era de noche, en una pueblo alejado de un reino, donde las noche de luna llena se escuchan extraños rudios. Cuatro adolescentes tuvieron la descabellada idea de ir a buscar sea lo que sea que reproduce el sonido. Anji pensaba que era una locura, ya que era la única chica que pensaba eso pero Tom, Jonás y Anna no pensaban eso. En el pueblo, un hombre halló  a un hombre medio devorado y desgarrado por el bosque. Los chicos sentían curiosidad por ello, aunque la única que tenía conciencia de que aquello iba a salir mal, era Anji.
-Chicos, lo digo en serio esto me da mala espina.- dijo detrás de los tres chicos, de los que pensaba que eran inprudentes.
-¡No seas así, Anji!
-Cierto, eres una cobarde.
<<¿Cobarde? ¿Yo?, si me habeís obligado a venir.>> pensó. Esto le parecía una locura o una temeridad. Aunque el hombre que lo encontró dijo que era un oso salvaje, ellos no lo creían. Iban armados, sí, armados, por cortesía del padre de Tom quien silenciosamente entró en le herrería de su padre y cogio ballestas y espadas. Pasado un rato, cuando la luna se alzó sobre el cielo azul, los chicos se detuvieron justo en el mismo lugar donde habían encontrado al hombre.
-Aquí debería de ser.
-Pon el anzuelo, seguro que en el pueblo nos honraran héroes.
-Sí, de la estupidez- susurró Anji.
-¿Dijíste algo?- preguntó Anna
-No, solo que sigo viendo que esto que estaís haciendo es una tontería, lo que vaís a conseguir es la muerte...
A pesar de la preocupación hacía sus amigos éstos no le hicieron caso y siguiron poniendo el anzuelo para coger se lo que sea que está molestando al pueblo.<<Seguid ignorandome, ya vereís. Dicen que el que avisa, traidor no es.>> Anji, cansada de advertencias, se alejó de allí -donde no podía oir los planes de sus amios sobre como los iban a tratar cuand capturan la "cosa"-, se sentó sobre una roca dejando a un lado su balletas y su espada a un lado de su cintura. Miró el cielo, la luna alzada, la hizo un escalofrío por la columna. Tras un largo rato, aburrida y con ganas de coger su ballesta e irse, se escuchó un gran estruendo en el bosque. Se quedó paralizada. Otro estruendo. Paralizada. Y un silencio estremecedor. Miró a su alrededor mirando como los pájaros salienron volando por el susto.<<Será mejor que vaya con los demás...>> pensó agarrando la ballesta y correr donde se encontraban sus amigos. Mientras corría, pensaba que puede que sea verdad, que haya algo que estuviera matando a la gente. Sin darse cuenta se encontró elevada en el aire y un gran dolor en el estómago. Abrió los ojos y tenía sangre transpasando la ropa, con la ropa rasgada. No eran graves, solo unos arañazos. Miró al frente, para ver quien le había atacado, pero no había nada.
Esto empezaba a asustarla, sabía que algo iba a pasar. Lo primero era encontrar a sus amigos y decirles que debían irse. Sin mirar el suelo, se tropezo con algo blando, con los pies apoyados en él, miró un cuerpo parecido al suyo. Miró fijamente, aparatando los pies y dandole la vuelta y mirar a Tom con sus organos desgarrados sacados de su estómago. Miró atrás para encontrar con la misma mala suerte que Tom, solo que sus rostros estaban rasgados y arrancados. Anji tenía ganas de vómitar no había visto nada más asqueroso y repuganate en su vida ver a sus amigos abierto en canal como un cerdo y desgarrados. Retirandose lejos de allí, corriendo en dirección del pueblo, pero el camino estaba ocuro y no veía nada. Tenía miedo, ya sabía que algo iba a pasa....<<Voy a morir>> Entra la oscuridad aparecieron dos grandes ojos dorados que solo ansiaban despedazar miraban fijamente a Anji, esta se quedó en shock, no podía moverse y menos pensar. Segundos después, sin nisiquiera pestañear, la bestia frente a ella con las fauces abiertas, entonces Anji agarró la balllesta, sin pensarlo lazó una flecha alcanzando a darle en el ojo al lobo, éste rugió de dolor y rabia retozándose. Rápidamente salió corriendo con un recuerdo que nunca podría olvidar....