jueves, 5 de enero de 2012

Noche De Vampiros

Era un día normal y corriente cuando me ocurrió lo que peor te puede pasar en este mundo. Os lo voy a contar:
Era de noche cuando iba caminando tranquilamente por un callejón. Pero, de repente, vi algo agazapado entre las sombras. Cuando me acerqué, vi que era una persona que estaba con algo entre sus manos, pero cuando me quise dar cuenta, vi que lo que sostenía era el cuerpo inerte de una mujer a la que le estaba chupando la sangre. Cuando quise salir corriendo, un joven con la piel blanca como la nieve y los ojos rojos como la sangre, se acercó a mí y me dijo:
-Hola, preciosa, ¿no te han dicho que a estas horas no puede ir una señorita sola por estas calles?
Quise responderle pero no me salía la voz, tal vez porque estaba en estado de shock.
-¿No te han dicho que es de mala educación ignorar a las personas?
Por fin pude reaccionar.
-P-perdón, no quise hacerlo...
-Te perdonaré, pero si me dices qué has visto.
-N-nada. No le diré nada a nadie.
-Eso no es lo que te he preguntado. Pero respóndeme a esta pregunta: ¿Te gustaría ser una vampiresa inmortal? Así tendrás una belleza inigualable, no morirás nunca, y tendrás la fuerza y la velocidad que ningún mortal tiene.
Mi expresión era de horror, no quería ser una máquina de matar, y tampoco querría vivir eternamente, porque mi familia moriría como mortales que son y me quedaría sola en esta vida eternamente.
-N-no, gracias. Es tentador, y sé que nadie se negaría. Pero, quizás, yo sea diferente.
-Así que me dices que no, ¿verdad, preciosa? Ya lo sabía yo, por eso tenía otra opción: convertirte a la fuerza. Porque una belleza como la tuya, no valdría la pena perderla. Y si te conviertes imagina cómo serás, la mujer más bella del mundo.
Mi expresión de horror cambió por completo, quería correr, pero sabía que no llegaría muy lejos, y que empeoraría las cosas más.
Pero por intentarlo no iba a perder nada. Y empecé a correr como nunca había corrido. Mis pulmones me quemaban, y mi respiración era entrecortada, sentía que me iba a desmayar allí mismo, y no era el momento.
Pero, de repente, apareció delante mía.
-Eres una chica MUY mala.-sonrió maliciosamente.
Y ocurrió, se lanzó directamente a mi cuello y sentí cómo se me desgarraba la garganta al morderme. Entonces, vi como caía mi sangre.
Sentí un ardor en mi garganta, y cómo el dolor se hacía insoportable.  En ese momento quise morirme, porque no quería matar a millones y millones de personas para toda la eternidad. Porque esas personas tenían derecho a vivir, al igual que yo, pero solo que a mí me lo arrebataron.
Cuando desperté, después de ese dolor desgarrador, sólo me quemaba la garganta y veía las cosas más perfectas. Pero solo pensaba en una cosa: la sangre.
De repente, una persona pasaba por el callejón.
Me agazapé, desconecté mi mente y me lancé directamente a su yugular.
Ahora ya no me preocupaba a las personas que mataría, sino la sangre que bebería.
Cuando terminé, necesitaba más sangre, porque no estaba saciada del todo.
Pero por ahora podía esperar.
-Hola-le dije al vampiro que me convirtió.
-Hola, preciosa. No ha sido un error tu transformación. Estás mejor que nunca-sonrió.
-Gracias, pero ahora que te veo mucho mejor, tú tampoco estás nada mal-le devolví la sonrisa.
De repente, el me estrechó contra él y me dio un apasionado beso.




P.D: Espero que os guste, Nieves me ayudó a corregir algunas cosas. 

5 comentarios:

  1. ¡WoW! Me encantó el relato. Al final los cambios han merecido la pena.^^

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  2. Gracias ^^
    El tuyo también me gustó muchísimo. Haber si escribes otro ;)

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  3. Muy bueno, pero soy muy exigente con la lectura de vampiros y veo que un vampiro que toma las cosas a la fuerza le saldra todo bien.

    Eso quiere decir que el final con lo del beso no me agrado.

    ¡Salu2!

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  4. Es que no se me ocurrió cómo cerrarlo. Entonces hice lo que en ese momento pensé.
    Intentaré mejorar en los relatos sobre vampiros $:

    ¡Saludos! ^^

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